Sangre, sudor y lágrimas

Jovellanos Fc felicita a Lucas y a su flamante familia, con el recién llegado

Cristian, uno de los artífices e inspirador de su equipo homónimo, fue contundente: "Si Jove no revierte la situación, tendremos que hacer partidos mezclado".
En los códigos barriales, mezclar los equipos tiene dos únicos significados: que uno de los contrincantes tiene de "hijo" al otro o que aburren los enfrentamientos.
Sea como sea, el ultimátum palpita veracidad.
Jovellanos puso en escena a su plana titular. Cristian Team repitió, una vez más, equipo de memoria.
Partido para alquilar balcones en la noche fría de un invierno que se reniega a morir y una primavera que tardará en nacer.
Cristian Team venció a Jovellanos una vez más. Pero costó sangre, sudor y lágrimas al grupo de Cristian, Maxi, Mauro, Gas y compañia, sin la presencia de Lucas, quien fue papá de una hermosa criatura esta semana que esta por terminar. Vaya desde aquí, la página web jovelliana las felicitaciones de quienes hacemos Jovellanos Fc, camino a los 20 años para Lucas, la flamante mamá y el bebé.
CT venció por un gol a un Jovellanos aguerrido que si bien sigue parándose muy mal en la cancha y por momentos se distrae en pleno juego, puso corazón y sangre, sudor y lágrimas. Sangre de sacrificio en su defensa, sudor de todos sus integrantes, lágrimas en el orgullo herido por cosechar otra derrota.
Jove formó con Juan, Diego, Ale, Edu, Mato y Emi, bajo la mirada atenta de Walter, quien de inmediato y apoyado por todo el equipo, debe armar una estrategia de juego dentro de las limitaciones y corazón de Jove.
Sin quitar méritos a CT, la mayoría de sus goles, fueron de lejos, ante un Juan arquero que promete y tiene todo para convertirse en ídolo en el difícil como alentador arco jovellino.

Capitanes. Amigos y figuras del equipo rival.

Ni siquiera pareciera que la causa física y la avanzada edad de sus jugadores -tampoco es tanto camino a los 40 de existencia- sea la causa de las derrotas. Jove no tiene una táctica. Los defensores suben y a los delanteros se les complica enfrentar la muralla que es CT en su defensa, direccionada por Mauro, el hijo del viento, Gas, Cristian, de juego y parecido físico a quien fuera volante de River -campeón 1996- y Boca, Julio César Toresani. Y eso que anoche a CT le faltó su goleador Fernando.
Jove necesita ordenarse. Volcar su experiencia. De nada sirve si impera el individualismo, máxima contraria del fútbol, deporte colectivo por excelencia.
Jove logró estar en más de una oportunidad arriba del marcador. Generó hasta discusiones de juego en el seno del rival. CT al igual que Jove es un equipo de amigos. Allí, la discusión no es solo lastimar al otro. No hay mala leche. Son equipos de gente adulta cerca de los 40 que lejos de los 30 que se juega, dentro del amateurismo existente, todo el coraje en cada pelota.
La rueda está en marcha. La revancha sigue en pie. Lo que no suma, hay que descartarlo. Quien se enoja, el infantil siendo ahora un viejo, pierde. Jove está fuerte. Ya se ordenará. Camino a los 20 años, se viene la fiesta jovelliana y se espera con ese triunfo que se niega a venir.