jueves, 12 de septiembre de 2013

Y...siempre que llueve...¿para?

Mato con Pablito, amigo, sabio e hinca de Jovellanos
No todo es negro o blanco. La vida, las cosas, tienen otros colores. Entre dos extremos, lo esencial es lograr un termido medio. Aunque en tiempos de debate y en una sociedad que está por cumplir 30 años de democracia, abren los tiempos de debate, reflexión y opinión en el manto del respeto contrarestando los grises.
Se es o no se es. No hay imposibles. Aunque parezca que existen.
Este año 2013 pareciera que Jovellanos Fc no puede vencer a Cristian Team. Si bien Jove lo ha derrotado en alguna oportunidad, anoche, la aplastante victoria cristinista -y no se trata de la Presidenta de la Nación- que acrentó la diferencia entre partidos del historial de sus triunfos, obliga por momentos a pensar que CT es casi imposible de vencer.
Imposible no hay nada. CT venció a Jove 13  a 5, goles más, goles menos. Fue goleada más no fue baile.
El autoestima de Jove esta alto. Y con alegría se puede vencer. La tristeza no triunfa. Ayer, en la última noche calurosa de este anuncio de primavera en invierno, Jove presentó a Juan en el arco, y una defensa combinada con delantera: Eduardito, Diego Emi, Ale, al medio Mato, y el regreso de Dudu alternó en el banco de suplentes.
CT, equipo alternativo en reemplazo del flamante padre de familia Lucas y del hijo del viento Gas: otro Cristian y Cel Ayala, letales defensores que supieron maltraer y aguantar a los vaivenes de Jove que constantemente atacó y atacó al arco siempre excelentemente defendido por Maxi. Y el regreso de Fernando, el poderoso nueve del equipo de casaca azul, modelo Selección Nacional 1986/1994, tiempos de monarquía del mejor de todos los tiempos, Diego Maradona.
¿Músico, periodista, jugador de fútbol?...Dudu todo terreno
Es rara esta paradoja del fútbol. Porque CT gana y gusta al compás de Mauro y los goles de Fer. Es goleada pero no es baile. Jovellanos lucha y batalla hasta que Bigote anuncia el final de otro partido del miércoles.

Anoche, tuvieron que pasar veinte minutos para que se rompa el marcador. La 9 es sinónimo de gol. Así como la 10 es la magia, el 8 y el 5 los arquitectos del equipo y el 1 su sostén, el 9 tiene la obligación de meterla. Puesto ingrato no más que el 1, su antagónico. Los goles son los orgamos del fútbol. Fernando cumplió a pesar de la dura marca jovelliana que recibió. Y eso que Juan, quien no debería negarse a rescribir la historia en lugar que se destacaron Tumini, Montero y Atila, y en alguna oportunidad Leo Guglioto, evitó más de un disparo cetiano.
Hay que ajustar detalles en Jove. No hay que olvidar que este mismo equipo derrotó y con buen pelota a CT en varios cotejos del 2012 y ni hablar en los tiempos 2007/2009.
El DT Walter ya metió cambios estratégicos en fortalecer la defensa. El 9 es 6 al revéz. Que los delanteros jovellinos sean los defensores y toquen, se muevan como exige Mato, el 10, brillante por momentos y tan víctimas de un temperamento que lo traiciona. Se necesito todo Jovellanos para frenar a Cristian, que no es quien conoce a Mato desde los años ochentosos de la escuela República de Bolivia. Mato podría ser el Riquelme del Boca campeón Libertadores 2007; el Márcico de 1992, el Máquina Giampietro del Quilmes 2000, el Pibe Valderrama de la Colombia que humilló a la Argentina hace 20 años. Pareciera que opta por ser el Zidane enojado -y que por ende perdió- en la final del Mundo 2006
Todo quedó en cancha y las pasajeras broncas se convirtieron rápidamente en risas.
El auto de Ale y familia fue también de Jove. Su motor aún late en nuestro corazón

Un Cristian enojado y otro no. Cosas de fútbol. Felicitaciones por otro triunfo.
Jove está preparando su fiesta aniversario 20 años. Se necesitan fotos, recuerdos de estas dos décadas de cientos de anécdotas. Niños, adolescentes hoy hombres que siguen unidos, entre otras cosas, por la pelota y el fútbol. Campito FC, los recordados estadios Policia Federal y "Marangoni"-ambos en calle Hornos-; el estadio Ribera -calle Río Cuarto en la Boca- Good Game -avenida Montes de Oca- hasta la vieja cancha parqué del hoy remoldedado Sportivo Barracas. Predios que hoy que ya no están pero que siguen latiendo en el corazón de Jove. Los últimos moicanos del potrero, en la esquina de Suarez y Hornos, similar al tango casi centenario "Tres amigos" que entona en un pasaje la esquina Suarez y Necochea.
A eso hay que volver, como la fiesta que se aproxima fines del mes del próximo octubre. El ojo de tigre que inmortalizó la saga fílmica del boxeador Rocky Balboa no parpadeará en Jovellanos...que CT, hoy tan difícil de derrotar, se vaya preparando para cuando esto ocurra...en fútbol, en el manto de la amistad y el respeto. La pelota no se mancha.

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